Casi todo el que ha viajado en crucero por el Caribe Oriental ha explorado las Islas Vírgenes. La gran mayoría de estos puertos de escala se encuentra en la isla de St. Tomas, uno de los puertos más visitados de todo el mundo. Sin embargo, aún los viajeros de crucero más experimentados podrían sorprenderse al descubrir todo lo que hay por ver y hacer en las Islas Vírgenes cuando vas un poco más allá.
St. Thomas
La bella isla-ciudad de Charlotte Amalie es sin pensarlo uno de los principales puertos de escala en el mundo, con su marcada influencia Danesa y extremadamente bien desarrollada infraestructura, en verdad tiene algo para cada visitante. La isla ofrece estupendas compras libres de impuestos, la famosa Playa de la Bahía de Magens y otras innumerables atracciones que atraen un flujo constante de barcos. De hecho casi siempre hay hasta seis barcos atracados ahí – lo que se traduce en más de 20,000 turistas en una isla de sólo 50,000 residentes.
Water Island
Ubicada en el puerto principal de St. Thomas, a veces es considerada “la cuarta Isla Virgen”. Aquí no atracan los cruceros, pero un ferry permite que sea fácil disfrutar un día en las tranquilas playas de esta pequeña isla.
St. John
Muy pocos barcos atracan en St. John y cuando lo hacen, permanecen anclados bastante lejos de la playa. Eso es perfecto, ya que el gran atractivo de St. John es su naturaleza virgen. El Parque Nacional de las Islas Vírgenes se encuentra en esta isla, el cual está unido por senderos que conectan hermosas vistas de las colinas, sitios históricos y playas aisladas. Bahía Cruz, el único poblado en la isla, ofrece muchos atractivos y también artesanías locales, los cuales son perfectos para llevar como recuerdo de tu visita.
St. Croix
La isla más grande del grupo, St. Croix se encuentra un poco retirada de la vía principal de los cruceros, por lo que los barcos se detienen pocas veces aquí. Es por esto que la isla tiene menos atractivos turísticos que St. Thomas. Sin embargo, ofrece atracciones únicas, incluyendo excelente buceo, restaurantes, sitios históricos, recorridos por destilerías de ron y una vasta oferta cultural, incluyendo los famosos cerdos bebedores de cerveza.