Por lo común, los viajeros que se preparan para un crucero esperan disfrutar varios días de excelente comida, días tranquilos bajo el sol, noches de diversión, viajes a destinos exóticos y emocionantes excursiones a la costa.
Con esto en mente, muchos viajeros poco experimentados pueden pensar que llevar consigo a un bebé haría imposible disfrutar un crucero. ¡Nada más lejos de la verdad! Con un poco de preparación, incluso los ajetreados padres de niños pequeños pueden tener unas gratificantes vacaciones en el océano, que harán divertidos recuerdos.
Servicios a bordo para personas con bebés
Hoy en día los cruceros ofrecen numerosos servicios orientados a las familias, diseñados específicamente para hacer la vida a bordo más fácil para padres e hijos. Muchas líneas de cruceros proporcionan áreas de guardería o servicio de niñeras que permiten a los padres dejar a su bebé en manos capacitadas, brindándoles algunas horas de libertad para cenar y bailar.
Al empacar
Empacar ligero siempre ayuda, pero puede ser difícil cuando se viaja con un bebé. Considera la posibilidad de comprar ciertos artículos voluminosos, como los pañales, cerca del puerto del crucero para ahorrar un cargo extra por equipaje en el avión. Asimismo, recuerda que muchos barcos no tienen tina de baño, así que lleva una tina inflable si el bebé todavía no puede estar en la ducha. Siempre es buena idea empacar algunas provisiones extra, como chupones, que no podrás comprar en el barco. Para salir, no olvides el arnés para cargarlo o un cochecito ligero, o el asiento para auto si planeas usar un taxi o un auto rentado en algún puerto de escala.
Otras cosas que debes considerar
Hay algunos otros puntos en los que debes pensar cuando salgas de crucero con un bebé. Puesto que los camarotes tienden a ser pequeños, quizá quieras reservar una suite con balcón, que te permita tener algo de aire fresco cuando el bebé duerma la siesta. Quizá quieras preguntar por la disponibilidad de alojamiento con características especiales, como cortinas o paredes plegables que puedan dar algo de paz y quietud a un bebé dormido. Nunca está de más preguntar si un barco ofrece ciertos servicios, como lavandería de autoservicio, o si pueden hacer papilla en la cocina. Por último, investigar los destinos con mucha anticipación puede llevarte a descubrir escenarios perfectos para el bebé en tus puertos de escala favoritos.