En los últimos años, uno de los destinos más exóticos del Caribe ha marchado a todo vapor en sus esfuerzos por atraer más turistas a sus costas. Ubicada en el Caribe Oriental, la isla de Martinica ha visto un gran incremento en la afluencia de turistas a bordo de cruceros. En esta temporada se espera que 280 mil huéspedes la visiten, incluyendo los que llegarán en 24 barcos que nunca antes han atracado en esta isla.
El incremento en el turismo en Martinica es resultado de un esfuerzo concertado para promover los atractivos de la isla y recibir nuevos visitantes. Desde 2011, la Autoridad Turística de Martinica inició un programa para hacer más accesible la isla para huéspedes de todo el mundo, especialmente de Norteamérica.
Las autoridades turísticas han ayudado a los negocios locales a mejorar su señalización, y ahora hay guías angloparlantes para ayudar a los pasajeros que se aventuren a la costa. Además, muchos trabajadores en las tiendas tomaron voluntariamente clases de inglés para mejorar su capacidad de comunicación con los turistas. Asimismo, los centros turísticos han modernizado sus operaciones para mejorar los servicios a sus huéspedes.
En términos de infraestructura, la terminal de cruceros de Pointe Simon tuvo varias mejoras en 2013, y la terminal de Tourelles ha tratado de modernizar operaciones como el manejo del equipaje. El gobierno también financió el dragado del puerto principal para recibir barcos de crucero más grandes.
Así que ¿qué ofrece Martinica a los viajeros?
Las profundas raíces caribeñas de la isla están entremezcladas con una clara influencia europea. Puesto que forma parte de Francia, la cultura de Martinica posee un carácter inconfundiblemente francés —¡incluso el lenguaje, que puede dar lugar a una visita complicada pero inolvidable!—. Campos de platanales y de caña de azúcar dominan la isla y definen buena parte de la cocina y las bebidas locales, incluyendo los populares rones hechos en las destilerías de la isla.
La principal ciudad es Fort-de-France, donde los visitantes pueden conocer una gran variedad de museos y edificios históricos. Los aficionados a las compras disfrutarán las tiendas locales, así como boutiques francesas de gama alta y mercados al aire libre. Para una experiencia más lujosa, al estilo de un resort, ve a las cercanas Trois Ilets. Las playas, los cafés y el sol dan a esta parte de Martinica una vibra refinada que recuerda a St. Tropez.
Las excursiones a tierra firme incluyen una gran variedad de opciones, como paseos por toda la isla o en las ciudades, veleo y buceo con esnórquel, aventuras en vehículos 4×4 y mucho más. También hay varias playas por toda la isla, perfectas para recostarse y descansar o para practicar toda clase de deportes acuáticos.
Con sus hermosas playas, elegantes tiendas, museos únicos, paseos por el bosque y excelente cocina, Martinica tiene algo para cualquier vacacionista.